Los peligros de la memoria. Una escena de Mulholland Drive
La memoria es un laberinto en el cual es mejor no entrar. Si el viaje es inevitable, lo prudente es ir armado, como Teseo, de un hilo inquebrantable, pues al poner un pie en territorio micénico, estamos a merced de monstruos que no sospechábamos encontrar. El camino de los sueños Caminaba a través de un pueblo en ruinas mas no desolado. Seguía la proyección de lo que parecían ser largos pasillos a cielo abierto. De fondo se escuchaba el mar, pues respiraba mar ese pueblo heleno. Aire salvaje y pagano, viento frío suspendido sobre una realidad definida por la sensualidad y la lucha. Avanzo a tientas sobre la pared, como esperando encontrar el horizonte a unos pasos. Siguiendo el inocente murmullo del pensamiento lineal, cuando vislumbro un horror con rostro de toro. Alacrán escondido bajo un puñado de aserrín. Miento, y pago cara la ingenuidad, ¿pues quién puede esconderse en su propio reino? Hay moradas que deben ser respetadas. Sacrificios que precisan del tierno olvido. Palacios i